El soccer está de regreso en nuestras vidas casi tres meses después de que el Atlanta United se proclamará campeón en su segundo año de existencia. Hay cosas que no han cambiado, como la presencia de leyendas del fútbol de la talla de Zlatan Ibrahimovic, Wayne Rooney o Bastian Schwensteiger. Otras, sin embargo, son muy diferentes de hace 24 años. Estados Unidos dejó hace tiempo de ser un cementerio de viejas glorias. La MLS crece cada año en seguimiento, nivel técnico e infraestructuras. Hasta el punto de no tener nada que envidiarle a ligas europeas de nivel medio como la belga o la holandesa, incluso. La nueva temporada de la MLS arranca con siete futbolistas españoles y una gran pérdida.
Oriol Rosell
Oriol Rosell es uno de los muchos españoles que se criaron en La Masía y ahora están compitiendo en la MLS. El centrocampista barcelonés firmó en enero del año pasado por el Orlando City, el club en el que se retiró Kaká y ahora milita Nani. Sin embargo, esta no está siendo su primera experiencia en suelo estadounidense. Rosell cruzó el charco muy joven. Con 21 años recién cumplidos, abandonó el fútbol base azulgrana para marcharse al Sporting Kansas City. En esa franquicia hizo historia al convertirse en el primer futbolista español en ganar un trofeo en Estados Unidos. Todo un pionero. Después de poco más de dos temporadas en las que lo jugó todo y se consagró como uno de los mejores jugadores de la MLS, Rosell regresó a Europa de la mano del Sporting de Portugal. La experiencia en la Liga Sagres no fue positiva para el canterano culé y tras cuatro años en cuatro equipos portugueses distintos regresó al país en el que se hizo un nombre.
Ilie Sánchez y Andreu Fontàs
Precisamente en el Sporting Kansas City compiten otros dos ex futbolistas formados en La Masía. Ilie Sánchez aterrizó en Kansas en enero de 2017. El centrocampista barcelonés, uno de los jugadores más utilizados por Luis Enrique en su tiempo como técnico del Barça B, probó suerte en Estados Unidos después de dos etapas desafortunadas en el Elche y el Múnich 1860. Todo lo contrario a lo que está viviendo en el soccer, donde es una pieza fundamental en los esquemas de su entrenador, Peter Vermes. El canterano culé se ha amoldado a la perfección al fútbol estadounidense. Otro canterano culé que se unió al Sporting Kansas City recientemente es Andreu Fontàs. El defensa catalán, que llegó a debutar con el primer equipo del Barça, cruzó el charco el pasado agosto después de un lustro en el Celta de Vigo. Tanto Sánchez como Fontàs defienden los colores de una franquicia, clasificada para los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf, que apuesta por el buen trato de la pelota y está llamada a luchar por el título.
Víctor Rodríguez
Víctor Rodríguez, otro producto de La Masía, encontró refugio en la MLS después de cuatro descensos consecutivos a Segunda División. Pocos futbolistas en el mundo tienen un registro tan negativo. Su experiencia en LaLiga ha sido una pesadilla de las de no dormir. Cuatro descensos, uno detrás de otro, con Real Zaragoza, Elche, Getafe y Sporting de Gijón. El centrocampista barcelonés necesitaba un cambio radical y en agosto de 2017 firmó por todo un clásico del soccer, los Seattle Sounders. Con la franquicia washingtoniana se quedó a las puertas de la MLS Cup de ese año, perdiendo en la final ante el Toronto FC de Sebastián Giovinco. Rodríguez está disfrutando en Estados Unidos del éxito que no encontró en España. El equipo entrenado por Brian Schmetzer nunca ha faltado en unos Playoffs desde su debut profesional en 2009. Esta temporada, una vez más, las miradas estarán puestas en el conjunto esmeralda, que cuenta con el uruguayo Nico Lodeiro y el peruano Raúl Ruidíaz como principales argumentos ofensivos.
Jon Bakero
Es el hijo del emblemático José Mari Bakero, leyenda del Fútbol Club Barcelona. Jon es el ejemplo perfecto del joven que se marcha a Estados Unidos a estudiar una carrera y termina quedándose por sus aptitudes en el deporte universitario. El futbolista catalán rayó a gran nivel en el equipo de fútbol de la universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte. Tanto que tras tres temporadas y media recibió el prestigioso “Hermann Trophy” a mejor jugador universitario del año, lo que le valió un contrato profesional con los Chicago Fire. En la franquicia chicagüense no contó con las oportunidades deseadas y en julio de 2018 hizo las maletas al Toronto FC, entonces campeón de la MLS. A pesar de la renovación de Jozy Altidore, las expectativas con el conjunto canadiense, ya eliminado de la Liga de Campeones de la Concacaf, no son excesivamente alentadoras. El Toronto FC ha sufrido la dolorosa baja de su estandarte, Sebastián Giovinco. El mediapunta italiano fichó a finales de enero por el Al-Hilal de Arabia Saudí. Curiosamente, la campaña anterior militaron dos españoles en el equipo: Víctor Vázquez y Ager Aketxe.
Jon Erice
Un picapedrero del fútbol español al que a sus 32 años le llegó una oportunidad “irrechazable”. Jon Erice estaba siendo un futbolista clave en la sala de máquinas del Albacete. Su rol en el conjunto manchego, en puestos de ascenso directo a LaLiga, provocó que los Vancouver Whitecaps pusieran sus ojos en él. Ha sido llegar y besar el santo. El centrocampista navarro debutará en el soccer portando el brazalete de capitán de la franquicia canadiense. Su salida del Albacete, a finales de enero, sorprendió a propios y extraños. Erice ha disputado más de 300 partidos entre las tres primeras divisiones del fútbol español, pasando por equipos como Osasuna, Málaga, Huesca, Cádiz, Guadalajara u Oviedo, además de dos experiencias extranjeras en Grecia y Chipre. Vancouver Whitecaps cuenta con una plantilla joven y el honor de ser el primer equipo canadiense en disputar unos playoffs de la MLS, en 2012.
Carles Gil
El último en cruzar el charco. Unos días después de Jon Erice, se anunció el desembarco en la MLS de Carles Gil. El canterano del Valencia fichó por los New England Revolution a principios de febrero. La confianza de la franquicia bostoniana en Gil ha sido total. Tanto que lo han firmado con plaza de Designated Player, o jugador franquicia, una fórmula para que los clubes de la MLS esquiven el tope salarial impuesto, de alrededor de seis millones de dólares, y así puedan asumir las fichas de los futbolistas más codiciados del mercado. Cada equipo dispone de tres plazas. El primer Designated Player de la historia del soccer fue David Beckham, que volvió a marcar un antes y un después en el negocio del fútbol desde la llamada “ley Beckham” que se instaló tras su fichaje por el Real Madrid. Gil es un futbolista muy técnico que debutó con el Valencia y ha tenido experiencias en Elche, Aston Villa y Deportivo de La Coruña.
La colonia española en la MLS perdió a su representante más valioso en diciembre del año pasado. David Villa abandonó el New York City después de cuatro temporadas en las que disputó 124 partidos y marcó ochenta goles. El delantero asturiano acababa de perder una final de la Champions con el Atlético de Madrid de la forma más dolorosa posible cuando anunció contra todo pronóstico (tenía una oferta de renovación del Atleti encima de la mesa y algunos de los clubes más grandes de Europa estaban interesados en sus servicios) su marcha al New York City de la MLS.
El fichaje de Villa fue el primero de la historia de la nueva franquicia neoyorquina. Aunque no logró su sueño de levantar la MLS Cup, su paso por el soccer fue clave para cambiar la percepción instalada de que las leyendas del fútbol iban a Estados Unidos a retirarse y no a competir. Por si fuera poco, el Guaje se convirtió en el primer español en ganar el premio a mejor futbolista de la MLS. Su nuevo destino es Japón y el Vissel Kobe de Andrés Iniesta, Lukas Podolski y Juanma Lillo. El verdadero Capitán América no es Steve Rogers, sino David Villa.
